Si algún día vas por el desierto del Sahara y, debajo de una estrella ecuentras a un niñito rubio, ¡ no tengas miedo¡. No se trata de ningún fantasma ni de ningún ser extraño aunque te sorprenda y extrañe su forma de hablar, sino de una de las criaturas más bellas del Universo..." EL PRINCIPITO" No le temas, siéntate con él junto a la pared, debajo de la estrella, y déja que te cuente cosas de su Planeta, el Asterioide B612. Este Principito nunca te hará daño, sino que te ayudará a descubrir un mundo nuevo, lleno de fantasía. Ese mundo en el que duerme el niño que muchos adultos han abandonado.
Pues de ésto habla "El Principito" una de las historias más bellas jamás contadas. Es algo más que un Cuento infantíl porque, aunque Saint- Exupèry se disculpe en el Prólogo ante los niños por dedicarle el libro a un adulto, yo creo que está más enfocado hacía vosotros "Los niños". Va dirigido a despertar y rescatar al niño que hay dentro de nosotros, intentando hacer más colorista este mundo gris y soso de los adultos, tan rígido y recto, tan controlado por normas y barreras que sólo un niño es capaz de saltarse y de romper porque conserva la inocencía y la ilusión."El Principito" es una historía que te habla de cosas muy importantes que los adultos han olvidado porque están tan absortos en sus trabajos y en hacerse ricos, que dejan a un lado las cosas que realmente les enriquecen. Porque no te hace más rico comprar "Estrellas" sólo para atesorarlas, como le pasaba al hombre de negocios, sino lo que realmente te hace rico es el tener cosas sencillas. El Principito era más rico que este hombre porque poseía una flor. Una flor a la que había cuidado, a la que le había dado parte de él mismo. Ésta era su riqueza, mucho más grande e importante que tener un Banco lleno de "Estrellas", de cosas materiales y vacías de vida, de sentimientos.
Cada palabra encierra un mensaje que te enrriquece mucho. Cuando cuidas y te preocupas por alguien o algo, éste forma parte de tí y es distinto a tus ojos porque le has dado tu personalidad . Las rosas que El Principito ve no son como su rosa, lo mismo que el zorro, sólo hay una rosa y un zorro para él que es la que ha cuidado, la que lleva algo de él y a la que ama. Se preocupa de que le dibujen un bozal para el cordero porque no quiere que lastime a su rosa, es su vida. Y lo que le hace sentirse más rico que el hombre de negocios con sus miles de estrellas.He leido este libro muchas veces, es uno de mis preferidos , de vez en cuando ,lo releo porque me hace pensar y cada vez que lo leo me enseña cosas nuevas . Es un personaje que me ha cautivado desde siempre, quizá porque yo me he sentido, y siento, muchas veces como él. Buscando una respuesta a mil y una preguntas, emocionándome o ilusionándome por cosas que ante los ojos de los demás pueden parecer tonterías pero que para mí tienen mucho significado.
Como le ocurre a El Principito, también me gusta contemplar las puestas de Sol cuando estoy triste, me gusta ver como se oculta en el horizonte del verano. Imaginar, intentar que cada cosa tenga su significado y que mi mundo, a pesar de ser ya adulta, siga manteniendo el color y no se convierta en algo gris y triste.Me gusta ser rica de posesiones tan simples como rosas, no de cosas serias. De sentir que lo esencial es invisible a los ojos porque no son las cosas materiales las que te llenan de verdad, sino esas pequeñas cosas que muchas veces pasan sin que nos demos cuenta o que parecen insignificantes. Cosas que te llenan de verdad como la lectura de este libro.
Os animo a que lo leáis!!!
"Aprende a mirar"
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