sábado, 8 de mayo de 2010

EDUCAR LA INTELIGENCIA EMOCIONAL
A TRAVÉS DE LA MÚSICA.

La inteligencia emocional también se puede educar a través de la música. Por ejemplo, cuando nosotros estamos escuchando una obra, podemos identificar nuestras propias emociones. Algunos días preferiremos escuchar unas obras determinadas y otros días cambiaremos completamente según nuestro estado de ánimo. Es posible identificar el tipo de emociones que nos quería trasmitir el compositor que creó esa obra o el músico que la esté interpretando en ese momento.

La música es un buen vehículo para dejar aflorar las emociones. Ellas están presentes en nuestra conciencia y es bueno saber detectarlas, etiquetar correctamente nuestros propios estados emocionales, regularlos (hacer uso de nuestra capacidad de control) y aprovecharlos constructivamente. Posteriormente se pueden aplicar las mismas estrategias a los estados emocionales de las personas que nos rodean.

La música proporciona claves para el mejor crecimiento, desarrollo y evolución del ser humano. Ella nos habla íntimamente a cada uno de nosotros y su campo de expresión no conoce límite alguno: puede expresar tragedia, serenidad, alegría, tristeza...
La música nos permite adentrarnos en el conocimiento de nosotros mismos y de los demás, en la comunicación con nuestros semejantes, en la apreciación del mundo y de sus manifestaciones...

Cuando escuchamos música es importante tener en cuenta el estado emocional. Existen muchos juegos dedicados a los niños en los que se utiliza la música para enseñarles a comunicarse en un nivel profundo y gratificante, ayudándoles de este modo a salvar el intrincado laberinto de las relaciones con los demás.

Podemos trasmitirles muchos valores al jugar con la música. La educación que éstos reciban nunca estará libre de valores. Si educar es dirigir, formar el carácter o la personalidad, llevar al individuo en una determinada dirección, la educación no puede ser neutra.

Pero no sólo a los niños, también la música nos abre la mente y el corazón a gran cantidad de emociones. En una ocasión leí que... La música es amor en busca de palabras; dejemos que ese amor inunde nuestras vidas y nos ayude a valorar las capacidades humanas que realmente importan para vivir en sociedad.

¡Eduquemos con… EMOCIÓN!

¡Eduquemos para… SER FELICES!

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